Es muy habitual, sobre todo si no se es profesional gráfico, que entremos en pánico en el momento de llevar algo a impresión. Nos asalta la duda y la incertidumbre de si el color que queremos será luego el que realmente se verá reflejado en nuestro trabajo de impresión.
De esto sabe mucho nuestro amigo Daniel López (Consultor Gráfico y Responsable de ID-Soft).
Como indica en su artículo publicado en la revista Alabrent las artes gráficas se han ido convirtiendo en una industria y como tal ha sido necesario implantar unos estándares comunes para que todas las imprentas pudieran implantarlo. Estos estándares tenían dos objetivos principales: Por un lado, aumentar la productividad por otro conseguir que el color impreso estén dentro de las tolerancias admitidas, vayamos a la imprenta que vayamos.
Daniel nos explica que para el color existen las normas ISO creadas por el instituto alemán Fogra pero lo que no está estandarizado o no todo lo que debería estarlo es el papel sobre el que se imprime. El resultado del color se va a ver afectado dependiendo de la cantidad de blanqueantes que lleve el papel. No es lo mismo el número de blanqueantes de un papel reciclado que de otro tipo, y por desgracia la industria papelera no indica esto en cada partida de papel.
Por tanto, cuando hagamos un pedido en imprenta debemos tener claro que tanto el color como el papel van a influir en que el resultado no sea idéntico trabajando en empresas distintas. Es algo que hay que contemplar siempre.
Es muy habitual, sobre todo si no se es profesional gráfico, que entremos en pánico en el momento de llevar algo a impresión. Nos asalta la duda y la incertidumbre de si el color que queremos será luego el que realmente se verá reflejado en nuestro trabajo de impresión.
De esto sabe mucho nuestro amigo Daniel López (Consultor Gráfico y Responsable de ID-Soft).
Como indica en su artículo publicado en la revista Alabrent las artes gráficas se han ido convirtiendo en una industria y como tal ha sido necesario implantar unos estándares comunes para que todas las imprentas pudieran implantarlo. Estos estándares tenían dos objetivos principales: Por un lado, aumentar la productividad por otro conseguir que el color impreso estén dentro de las tolerancias admitidas, vayamos a la imprenta que vayamos.
Daniel nos explica que para el color existen las normas ISO creadas por el instituto alemán Fogra pero lo que no está estandarizado o no todo lo que debería estarlo es el papel sobre el que se imprime. El resultado del color se va a ver afectado dependiendo de la cantidad de blanqueantes que lleve el papel. No es lo mismo el número de blanqueantes de un papel reciclado que de otro tipo, y por desgracia la industria papelera no indica esto en cada partida de papel.
Por tanto, cuando hagamos un pedido en imprenta debemos tener claro que tanto el color como el papel van a influir en que el resultado no sea idéntico trabajando en empresas distintas. Es algo que hay que contemplar siempre.
¿Y tú como llevas la gestión del color?
Te leemos en redes….
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